viernes, 2 de septiembre de 2011

Minería, madre de las industrias



Desde el origen del hombre, éste ha tenido la necesidad de transformar los elementos de la naturaleza para poder aprovecharse de ellos. La industria es el conjunto de procesos y actividades que tienen como finalidad transformar las materias primas en productos elaborados. Para su desarrollo, la industria necesita materias primas, maquinarias y equipos para transformarlas. Existen diferentes tipos de industrias, según sean los productos que fabrican. Por ejemplo, la industria alimenticia se dedica a la elaboración de productos destinados a la alimentación, la industria vitivinícola a la producción de bebidas, la industria minera se dedica a la extracción y tratamiento de minerales, es decir materias primas que luego se utilizarán en la fabricación de equipos y maquinarias necesarias para que el resto de la industria produzca sus bienes. De allí que se la denomina también como la “madre de las industrias”. 
A menudo se plantea el argumento que el concepto de desarrollo sustentable es incompatible con la industria minera y que ella, en cualquier forma, no es sustentable. Pero, si consideramos que los bienes materiales de la sociedad moderna están fabricados en su mayor parte con productos minerales, este argumento plantea la necesidad de retrotraernos a la Edad de Piedra para que sigamos desarrollando actividades sustentables. El apoyar esa posición puede ser considerado anti-humano, porque una característica de nuestra especie es la búsqueda de mejores condiciones de vida para nosotros y las próximas generaciones.. Según parece, la población de este planeta crecerá a 9 mil millones para el año 2050, por lo tanto en vez de restringir la minería será necesario expandir la producción minera para apoyar el crecimiento de la población. 
En consecuencia, cuando se considera la sustentabilidad de la industria minera la opción de prohibir la minería no es una consideración adecuada. A menos que pensemos que si la actividad minera se desarrolla en otra provincia o país, no habrá problemas. 
En Mendoza, la Cámara de Diputados por unanimidad decidió rechazar la DIA del proyecto Minero San Jorge, basándose fundamentalmente en que este Proyecto no era sustentable en función de tener más de 100 observaciones adjuntas a la aprobación que el Poder Ejecutivo había dado mediante la Resolución Conjunta del 28 de enero de 2011. 
Sin menoscabar la capacidad intelectual de los señores diputados, me pregunto: ¿saben estos señores y señoras lo suficiente acerca de la actividad minera y la sustentabilidad como para rechazar una DIA que ha tenido un análisis pormenorizado de un conjunto de entidades científicas, técnicas y Universitarias, las cuales son las que han efectuado todas esas observaciones y que de no dar solución a ellas la empresa, no será viable la concreción del proyecto? Obviamente, que no y que además tampoco tendrían que tenerla ya que este invento de la ratificación es absolutamente anticonstitucional. En cualquier otra actividad industrial, son los organismos dependientes del Poder ejecutivo, provincial o municipal, quienes aprueban y controlan. Para construir estos enormes supermercados que hay y se inaugurarán próximamente, para la radicación de cualquier otra industria, no se exige la ratificación legislativa. 
Pero más allá del oportunismo político de los diputados mendocinos, observamos con mayor sorpresa que los dos candidatos con mejores expectativas de ganar la gobernación opinan livianamente sobre el futuro económico de Mendoza, dejando de lado la posibilidad de la explotación minera provincial. 
Probablemente, cambien de opinión en años no electorales, y la industria minera pueda desarrollarse en la provincia, aprovechando no sólo sus materias primas minerales sino la capacidad industrial de la metalmecánica mendocina.
Por Lic. Víctor H. Bonfils - Presidente Asociación Geológica de Mendoza
Fuente: www.diariolosandes.com

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