domingo, 1 de mayo de 2011

Falta de Recursos Humanos: realidad y desafío

A comienzos de la década de los ’90 la minería comenzó a ser percibida como una industria del pasado, asociándola directamente con la antigüedad y con tiempos que no volverían.
El “boom” de las industrias tecnológicas que comenzaron a revolucionar el mundo fueron, en cierta forma, el “argumento” para arrinconar a la industria minera, y que de esta forma dejara de tener nuevos profesionales en distintas ramas –particularmente geología e ingeniería-, inclusive en importantes, tradicionales e históricos centros mineros como Canadá, Australia y EE.UU.
La caída de muchas empresas tecnológicas que cotizaban en el NASDAQ, en forma conjunta con la irrupción de nuevos players globales como el BRIC –Brasil, Rusia, India y China- cambiaron totalmente el tablero que estaba diagramado –en teoría- para permanecer intacto durante décadas, desde la caída del Muro de Berlín, un hecho histórico comparable con la Revolución Francesa y la Revolución de Octubre.
Pero muchas veces ocurre que importantes hechos históricos y políticos pueden llegar a no coincidir necesariamente con ciclos económicos, es por ello que a menos de una década de la caída del nefasto Muro alemán, los países más poblados del planeta irrumpieran en escena para decir: “Se acabó el mundo bipolar, pero no existirá un mundo unipolar”.
En concordancia con el ingreso del Grupo BRIC, comenzó a desarrollarse una “nueva ola” económica nunca antes vista: paises en vías de desarrollo toman la vanguardia, muy por encima de las economías occidentales como EE.UU., Europa Occidental y Japón, con tasas de PBI acumulados ínter anualmente que no dejan de sorprender a los más respetados analistas, como el caso del país más poblado del planeta con un promedio superior al 9%.
Cualquier desarrollo implica obras de infraestructura: el crecimiento industrial de EE.UU. y Europa se cimentó en revoluciones económicas acaecidos entre fines de los Siglos XIX y comienzos del XX, solicitando y exigiendo minerales y metales. Ahora, en el Siglo XXI, otros países ya nombrados están tomando la posta.
De esta manera, la minería está transitando por una nueva “revolución” no vista en muchas décadas, donde las máximas tecnologías están siendo utilizadas para extraer minerales y procesar metales de muy baja ley, en yacimientos “casi agotados”, los cuales hubieran sido caratulados como marginales o no-economicos en poco menos de una década.
La tecnología trabaja en conjunto con la inteligencia y capacidad de los seres humanos, dejando de lado el “antiguo minero” del pico y la pala.
Es aquí donde surge la brecha que titula nota: pocos estudiantes universitarios se sentían atraídos por ciencias asociadas a la minería en sitios como Canadá y Australia, volcándose a ciencias de la información.
Y la industria es consciente de que se está enfrentado un escenario mucho más que complejo: una brecha traducida en la falta de recursos humanos, como combinación entre alumnos que no terminan de finalizar sus carreras universitarias y tecnicaturas ligadas a la minería, y muchos trabajadores que están en edad de pasar a retiro. Algunas empresas ya han tomado la decisión de reincorporar personal ya jubilado.
En Canadá, el auge económico de la minería, con un crecimiento al doble del promedio general del país, enfrenta un faltante de 92.000 trabajadores en la próxima década. Y la Asociación Minera de British Columbia informó que requerirá 15.000 trabajadores adicionales en los siguientes diez años, según informó la Asociación Minera de British Columbia.
Don Lindsay, el Presidente y CEO de Teck Resources, uno de los más grandes grupos mineros mundiales señaló: “El Desafío Número 1 para Teck es el faltante de recursos humanos; cerca de un 50% de la fuerza laboral de Teck se estará retirando en los próximos cinco años”.
El caso australiano no es muy diferente al de Canadá: en Queensland, un territorio eminentemente minero, se requerirán más de 4,4 millones de trabajadores en los siguientes quince años, particularmente en el sector carbonífero.
¿Cuál es el caso de Argentina? Independientemente de que la historia marca que nuestro país se encuentra varios escalones por debajo de Australia y Canadá, ya hay una falta de trabajadores calificados así como de técnicos especializados. Las Universidades y las Escuelas Técnicas están fomentando y alentando a que los jóvenes opten por esta industria, porque la misma es madre de industrias.
Sencillamente, sin la minería no podríamos vivir: todos los que nos rodea, de una forma u otra, deriva de la industria minera.
La falta de trabajadores es una realidad, y un importante desafío, pero también una ventana de oportunidad para muchos jóvenes.

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