miércoles, 20 de julio de 2011

Lograr el crecimiento a través de la comunicación



Que la minería es una actividad permanentemente juzgada por distintas organizaciones y por la sociedad en general, ya lo sabemos. Que muchas veces se habla sin saber o sin fundamentos reales y que tenemos que enfrentarnos y dar nuestra visión, es nuestro desafío permanente.

Pero también sabemos que la minería es necesaria para la vida diaria, que no podemos vivir sin minería. Lo hemos comprobado en varias oportunidades.

Esta vez, contamos con la opinión de un estudio de abogados. Ellos también pudieron comprobar y demostrar que la minería es necesaria y que el mayor reto para la actividad hoy en día, es avanzar en los procesos de transparencia.

Las grandes empresas dedicadas a la extracción de minerales exploran nuevos territorios donde desplegar sus inversiones y avanzar en el negocio, en un contexto internacional favorable. Pero también se deben enfrentar a las distintas organizaciones que las critican y cuestionan en relación al impacto que generan sobre el medio ambiente.

Es por esto, que los abogados del estudio Rattagan, Macchiavello, Arocena & Peña Robirosa nos han mostrado otra cara de la minería: la de la minería responsable y solidaria.

Según Gabriel Macchiavello (especialista en derecho ambiental) y Ricardo Barreiro Deymonnasz (especialista en derecho minero), las empresas del sector han mantenido hasta el momento un perfil bajo en términos de comunicación, no contribuyendo así a cambiar la imagen negativa propia de esta industria. Por eso consideran crucial que tanto las empresas mineras como la CAEM (Cámara Argentina de Empresarios Mineros) avancen en comunicar a la sociedad su forma de trabajar y de esta manera, dar a conocer la otra cara de la historia.

Derribando mitos

Este grupo de abogados, destaca los siguientes puntos:

1)    La sociedad asegura que los ingresos generados por las multinacionales del sector no benefician a la provincia en la que se instalan y se remiten al exterior.

Al respecto, ambos profesionales son categóricos en su definición y aseguran que las áreas en donde se desarrolla la actividad son zonas olvidadas, alejadas de centros urbanos y con condiciones de infraestructura y servicios paupérrimas. Los habitantes de estas áreas ven en la minería la posibilidad de acceder a lo que nunca tuvieron: rutas, energía eléctrica, transporte, escuelas, salud, y por supuesto, fuentes de trabajo.
Además, enfatizan que las compañías mineras son grandes contribuyentes en cuanto a impuestos. Aproximadamente un 52% se destina a cargas tributarias, las cuales se congelan por 20 años (por ser proyectos a largo plazo).

2)    Muchas voces que se alzan en contra de la actividad minera alegan la necesidad de preservar los recursos para generaciones futuras. Se habla de no alterar el medio ambiente. Esto significaría, según Barreiro Deymonnasz, que la gente que vive allí sobre una gran riqueza potencial, no tenga acceso a los productos más básicos. Porque lo que está debajo del suelo no es riqueza hasta que no se extrae. Sabemos que la minería es indispensable para la sociedad actual, porque los minerales tienen aplicaciones en múltiples actividades económicas.

3)    Otra de las críticas frecuentes a la minería refiere al uso de sustancias tóxicas, como el cianuro. Sin embargo, aseguran, la minería utiliza aproximadamente sólo 6% del cianuro que se produce. Tampoco el consumo energético afecta a la sociedad ya que dicha energía es producida mediante generadores propios.

Conclusiones

Para que la actividad pueda crecer, ambos profesionales identifican a la comunicación como principal eje a desarrollar.

“No podemos lograr que la minería sea algo popular pero el dar a conocer datos tales como cuánta mano de obra trabaja directa e indirectamente, cómo se desarrolla la región donde se instalan las compañías, los impuestos que pagan y el cuidado en el impacto del medio ambiente, va a ayudar en ese sentido”, dice Macchiavello.


Fuente: Derribando mitos sobre la minería

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