miércoles, 20 de abril de 2011

"No hay minería buena ni mala, todo depende de cómo se haga"

Juan Carlos Guajardo, Director Ejecutivo de CESCO (el Centro de Estudios del Cobre y la Minería de Chile), estuvo ayer con los diputados en Plenario de Comisiones que analiza semanalmente el proyecto minero San Jorge. El ingeniero brindó una exposición en la que explicó cómo prospera la actividad minera en el vecino país y de qué manera ésta puede aportar desarrollo de forma sustentable y en convivencia con la agricultura.
Fuente/Gentileza: Mendoza Económico
CESCO es una organización independiente y sin fines de lucro, cuyos miembros se desempeñan como ejecutivos y consultores de compañías mineras o como académicos en diversas universidades. El objetivo de esta agrupación es contribuir al diseño y debate de políticas públicas que permitan un mejor aprovechamiento del potencial de la minería para el desarrollo de las economías de los países productores de minerales y metales.
Juan Carlos Guajardo, su Director Ejecutivo, estuvo ayer en el Plenario de Comisiones de Diputados que analiza la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto minero San Jorge, y brindó un paisaje bastante completo de la actividad minera chilena.
El ingeniero abrió la exposición citando a Raúl Prebisch, el reconocido economista argentino que, desde la
CEPAL, teorizó sobre la problemática del subdesarrollo de los países de América Latina y cuyas ideas fueron muy influyentes durante los ’50 y ‘60s.
“Siendo determinante para el subdesarrollo de los países de América Latina el rezago tecnológico, el camino que se intentó utilizar para revertir esa dependencia -la sustitución de importaciones-, no fue el camino más apropiado”, afirmó Guajardo. “Por el contrario, lo que hay que intentar hacer es no ir contra la corriente, sino a favor, lo que significa utilizar los recursos donde se es competitivo, en este caso, los recursos naturales que tenemos en América Latina”.
De este modo, según el ingeniero, se podría desarrollar competitivamente una industria de bienes, equipos y servicios alrededor del recurso natural, que permita finalmente exportar y competir a nivel internacional. En definitiva, el camino que CESCO visualiza para el desarrollo de los países es que, a partir del diagnóstico de Prebisch, se utilicen las ventajas competitivas en vez de negarlas.
En el caso de la minería, según Guajardo, hay una gran cantidad de bienes, equipos y servicios que tradicionalmente han sido provistos por las industrias de Estados Unidos y Europa. La clave para los países latinoamericanos está en lograr desarrollar una industria propia, que utilice “bienes, equipos y servicios nacionales que vayan reemplazando naturalmente a estos equipos extranjeros y así se genere una industria manufacturera mucho más sofisticada y competitiva”.
En cuanto a si es posible el desarrollo de una minería sustentable, el director de CESCO aclaró que “no existe la minería buena ni mala. Existe la minería bien hecha y mal hecha”. Con respecto a este punto, Guajardo expuso numerosos ejemplos de explotaciones mineras cercanas a plantaciones agrícolas de palta y vid, productos que el país trasandino exporta al mundo sin inconvenientes.
“Luego de varios siglos de minería en Chile, lo que veo es la convivencia de grandes operaciones con zonas agrícolas y urbanas. Es una minería que, bien hecha, se puede dar. No existe la minería ‘per se’ negativa o ‘per se’ positiva. Todo depende de cómo se haga”, afirmó.
También aclaró las dudas de los presentes respecto a la utilización del recurso hídrico. Dijo que, habiendo un total de 3 mil minas en todo el país, “la actividad sólo consume el 4% del total de agua”, respecto a otras actividades como la agrícola o la forestal. Y puntualizó sobre la necesidad de desarrollar y difundir tecnologías para evitar el derroche en la agricultura, que utiliza cerca del 60%.
Otro punto que Guajardo explicó a los diputados es el sistema de controles que existe en Chile sobre la actividad: “hay desde los más generales, que están afectos a cualquier empresa, y hay también una serie de requisitos especiales. Está el ministerio de Medio Ambiente, anteriormente CONAMA, que tiene una unidad especial para supervisar la minería; hay un ministerio de Minería que se encarga especialmente de la supervisión del sector y, además, hay una supervisión legal o jurídica que existe por el hecho de que la minería en Chile tiene concesiones entregadas por el Poder Judicial”.
Luego de siglos de desarrollo minero, el país vecino logró crear una especie de ‘institucionalidad’, es decir, toda una serie de capacidades de gobierno y sociedad civil que permiten generar una base confiable y predecible. Ante la duda planteada por los presentes en la reunión sobre la posibilidad de que esto ocurra en Argentina, Guajardo aconsejó que “en algún momento tienen que empezar”, y aclaró que Chile logró hacerlo luego de muchos años de prueba y error.
“Ustedes tienen la ventaja de conocer nuestros errores para directamente no cometerlos y hacer las cosas bien”, dijo, y resaltó las posibilidades que brinda el actual boom minero provocado por el despegue económico de China, que ha elevado súbitamente el precio de los metales. “Es un excelente momento para lanzarse en esta actividad”, afirmó.

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